Frenkie de Jong y Eder Sarabia sonríen, con Riqui Puig en primer plano, en el entrenamiento de ayer.

El Barça gris y de los líos recibe a una Real eufórica (18:30, Mov. LaLiga). La única fortaleza culé es el Camp Nou: ganó 37 de 39 puntos.

Al Barça sólo le queda el Camp Nou. Si a día de hoy todavía sobrevive en LaLiga, es por su trayectoria intachable como local, donde ha ganado 37 puntos de 39 posibles (sigue el partido en directo en As.com). Seguramente eso le haya evitado ya alguna señal de protesta de su gente por su pobrísimo viaje por la geografía española, donde se ha dejado 21 puntos. Hoy le toca un rival que puede tocarle las cosquillas.

La feliz Real juega el fútbol de color que desearía ver estos días la afición del Barça. En los planes de Imanol, representante del éxito del entrenador de perfil bajo, ni siquiera estaba entrenar al primer equipo. Sustituyó a Eusebio, hizo su trabajo y se bajó tranquilamente al filial. Aperribay, sin embargo, volvió a pedirle que apagase el fuego cuando destituyó a Asier Garitano. E Imanol ha construido un equipazo levantado a base de corazón de Zubieta, con un tremendo jugador que es Oyarzabal, y coronado con el toque nórdico de Odegaard e Isak.