Hugo Lloris y Heung-Min Son, durante el Tottenham-Everton

La tensión en el vestuario del Tottenham Hotspur quedó a la vista del ojo público en los instantes inmediatamente posteriores a que el árbitro del partido que les enfrentó al Everton pitara el descanso. El capitán, Hugo Lloris, y su compañero Heung-Min Son tuvieron unas palabras que acabaron en empujones y sus propios compañeros tuvieron que separarles.

Los jugadores del conjunto londinense, que en ese momento ya iba ganando con el 1-0 con el que se resolvió el encuentro, se vieron sorprendidos por lo sucedido. El delantero iba andando hacia el túnel de vestuarios cuando por detrás el portero le recriminó que se implicara más en labores defensivas. El coreano se dio la vuelta y el francés no se amedrentó, sino todo lo contrario, y se lanzaron un par de empujones.

Todo quedó en un conato de tángana sin más, si bien la escena ha sido casi más comentada que el encuentro en sí.