37 puntos le dieron en el mentón a Gerard Moreno (Santa Perpetua de Moguda, 1992) cuando tenía seis años y, trepando por el poste de una portería para rescatar la pelota, resbaló y un gancho le marcó la cara toda la vida. Ahí empezó a curtirse aquel niño que admiraba a Tamudo y que hoy aprieta a Messi y Benzema en la tabla de goleadores. El Pichichi anda más barato esta extraña temporada, en la que el argentino, intratable en las tres últimas, solo suma 22 tantos y el francés va por 19. Al goleador del Villarreal el parón le ha metido en un podio con el que ni siquiera soñaba al inicio de temporada y que podría tener como premio el Trofeo Zarra y un asterisco junto a su nombre en la lista de Luis Enrique, como ya lo tuvo en la de Robert Moreno.
Criado en la cantera del Espanyol, el Villarreal lo fichó con 18 años. Veían su futuro, pero antes le tocó pasar por el filial y por una cesión al Mallorca en Segunda donde brilló y trabó una amistad con un jugador al que pretende amargarle la fiesta esta noche: Marcos Asensio. Su debut en Primera lo hizo con el conjunto amarillo en la temporada 14/15 donde ya probó lo que es marcar en el Bernabéu. La vuelta a la Champions y el fichaje de Soldado le devolvió a su club de origen durante tres temporadas. El Espanyol pagó 1,5 millones de euros por el 50% de sus derechos y vio cómo el delantero dio rendimiento en el campo y en las cuentas del club.