GRAF6823. MADRID.- El capitán del Real Madrid, lt;HIT gt;Sergio...

«Chicos, tenemos que ganar esta Liga». La frase de Sergio Ramos se escuchó varias veces en las vídeollamadas que la plantilla blanca hacía en pleno confinamiento, cuando empezó a estar más o menos claro que el campeonato se reanudaría. Antes del parón, el Madrid alternó pifias (Levante, Betis, City) con noches redondas (el clásico) que dejaron una sensación frustrante en el vestuario, de mancha en el peor momento.

Superada meses antes la crisis de Estambul, donde Zidane se jugó el puesto, el equipo había empezado a reencontrarse desde la firmeza defensiva, en escalada sólida por la Liga. Después llegó el encierro, el trabajo en solitario, la rara mini pretemporada de mayo y un sprint sin descanso que deposita hoy a los blancos a la orilla del título.

El pleno de triunfos, nueve de nueve, les deja asomados a un trofeo que esta noche aguardará en el Di Stéfano. Si ganan será suyo, si empatan tendrán que, al menos, sumar otro punto el domingo en Leganés, y si pierden… Pues en el peor de los escenarios, llegarán entonces -siempre que el Barça no pinche hoy con Osasuna- 72 horas intensas de presión, recuerdos tinerfeños, el penalti de Djukic y los transistores de turno.