El Villarreal doblegó al Eibar con una pletórica segunda mitad (4-0) en un partido entre dos equipos con los deberes hechos y sin exigencias competitivas y cuyo centro de interés fue la despedida como vilarrealenses de su capitán, Bruno Soriano, y de Santi Cazorla.
Tras una primera parte igualada, en la recta final se hundió el Eibar y el Villarreal lo aprovechó para golear a su rival con tres de sus cuatro goles en los últimos ocho minutos y que sirvieron para ratificar al equipo castellonense como quinto clasificado de LaLiga Santander.
A falta de objetivos deportivos, el partido estuvo marcado por la emotividad de la despedida de dos de los grande iconos de la la historia del Villarreal como Bruno y Cazorla. En el primer caso porque cuelga las botas y en el segundo porque se va a Catar a acabar su carrera futbolística. Ambos fueron titulares como homenaje a dos futbolistas históricos de la entidad castellonense y que han marcado una época.