Cuándo acabará la temporada en Segunda División y qué equipos serán los que asciendan es una pregunta a la que aún no se puede responder. La suspensión del Deportivo-Fuenlabrada va a retrasar tres semanas la disputa de las eliminatorias de ascenso mientras no dejan de aparecer positivos que afectan a los clubes implicados. El último lo confirmó ayer el Almería, que ya suma dos en la última semana y suspendido los entrenamientos.
El Comité de Competición determinó el lunes que el polémico encuentro entre madrileños y gallegos debía disputarse hoy miércoles en Riazor. Sin embargo, ambos clubes han acordado, con el visto bueno de LaLiga, que se aplace al viernes. Fue una petición del Deportivo, que necesitaba reunir a los jugadores, a los que dio descanso el día 26, y someterlos a las pruebas PCR. «No queríamos hacer un partido de solteros contra casados», explicaba ayer el presidente del Deportivo, Fernando Vidal. Según su relato, LaLiga les reprendió por esa petición, con acusaciones de negligencia, pero cambió su postura horas después. Competición aceptó el acuerdo y ratificó de manera oficial que el partido se disputaría el viernes 7 a las 20 horas o, si no fuera posible, el sábado 8.
El Deportivo ha dejado claro que se presentará. «Si por este presidente fuera pondríamos once conos en el campo, pero como creemos que tenemos vida en todos los procesos que están abiertos, no vamos a cometer ningún incumplimiento», añadió.
Los gallegos se han volcado en recuperar rápidamente a sus jugadores, que ayer ya estaban a las órdenes de Fernando Vázquez en Abegondo para someterse a los test y retomar el trabajo tras una semana de vacaciones. A los jugadores de la primera plantilla se han sumado cuatro del equipo filial.