Las palabras de Leo Messi tras el partido contra Osasuna en el que consumaron la derrota en LaLiga frente al Real Madrid abrieron un boquete entre el vestuario del Barcelona y su entrenador, Quique Setién.
Por eso, tras la goleada al Alavés con la que los culés han cerrado la competición doméstica, el capitán ha vuelto a pedir salir a hablar para emitir un mensaje mucho más optimista y calmado.
«Hoy se vio otra cosa. Era un partido difícil de jugar por la situación, por la hora, el calor… El equipo respondió de otra manera de actitud, de compromiso, y es un paso importante para lo que viene que va a ser muy complicado», señaló Messi tras el partido en Mendizorroza.