Maikel Mesa, durante el Cádiz-Albacete.

Apenas dos horas antes de uno de los partidos más calientes de la última jornada de Segunda División, saltaba la noticia: varios futbolistas del Fuenlabrada habían dado positivo en su viaje a Coruña para enfrentarse al Deportivo.

Inmediatamente comenzaron las llamadas, reuniones a varias bandas y decisiones apresuradas que finalizaron con la decisión de la suspensión de un partido que podía decidir un puesto de descenso (al final se ha hecho intrascendente, ya que el Depor ya es matemáticamente de Segunda B) y uno de playoff de ascenso. Este último aún está pendiente.

Varios equipos afectados emitieron comunicados de protesta ante la decisión de LaLiga. Todos convienen en que suspender ese partido y no el resto adulteraba la competición. «Si se pone un horario para todos los partidos a la vez es para que todos salgan en las mismas condiciones», se lamentaba Fernando Vázquez, entrenador del Deportivo.