Koeman, durante el partido ante el Ferencvaros, el martes en el Camp...

Ronald Koeman vivirá este sábado su primer clásico como entrenador. Como futbolista, vivió grandes victorias y amargas derrotas. Sabe muy bien que todo lo que haya ocurrido antes del partido pasa a segundo plano en cuanto el árbitro hace sonar su silbato y el balón echa a rodar sobre el césped. Por eso, está convencido de que al conjunto de Zinedine Zidane no le van a pasar factura las derrotas encajadas ante el Cádiz y el Shakhtar Donetsk.

«Cuando cometes errores, quieres mejorar. Ni a ellos ni a nosotros nos faltará la motivación. No espero un Madrid vulnerable, sino todo lo contrario», argumentó el técnico azulgrana. «Siempre hay presión, para ambos equipos, en este partido. No depende del último resultado, ni para ellos ni para nosotros. Puede ser que no haya estado a su nivel en los dos últimos dos partidos, sobre todo en casa, pero eso no quiere decir que vengan con la moral baja. Es un equipo grande, muy experimentado y saben aguantar esa presión. No creo que lo que ha pasado vaya a tener influencia en el resultado final», insistió.

Desde su punto de vista, la falta de público en las gradas perjudica en este caso los intereses del Barça. «No tener a nadie en un campo tan grande, que ayude y que cree ambiente para el equipo local, es muy extraño, pero tenemos que acostumbrarnos. Espero que, poco a poco, vayamos teniendo gente, sobre todo en este tipo de partidos. Es casi un jugador más en el campo», destacó. «Ser jugador del Barça es algo diferente a serlo de otros equipos. Si se trata de un Barça-Madrid, mucho más. Nunca falta la motivación. Lo importante es tener la cabeza fría y pensar sólo en el juego, en tu equipo. La falta de público le quita morbo, porque si hay gente hay más ambiente, más presión para el árbitro… Para todo jugador, sea joven o experimentado, el Barça-Madrid es algo más. Concentrarse y dejar lo demás de lado es fundamental», recalcó el holandés.