Cuatro largas horas de una tensa reunión para decidir que el Deportivo-Fuenlabrada se tiene que jugar y que lo hará mañana miércoles 5 de agosto a las 20.00 horas. Al menos eso es lo que resolvió el Comité de Competición 18 días después de que el partido se suspendiera al dar positivo por Covid buena parte de la plantilla del conjunto madrileño. No se atendieron las reclamaciones del Deportivo ni del Elche, perjudicado entonces por la suspensión de aquel partido y ahora por decisión de la Federación Española. Un empate del Fuenlabrada apearía a los ilicitanos del playoff de ascenso. Eso si los dos equipos llegan a saltar al césped de Riazor.
Los gallegos optaron por desafiar a LaLiga y, además de llevar días amenazando con no presentarse al encuentro, ayer ni siquiera acudieron a la citación para someterse a las pruebas PCR previstas en el protocolo sanitario de la competición para 48 horas antes de los partidos.
La decisión no fue fácil para Competición, que recibió múltiples presiones de los afectados y no atendió la recomendación del instructor de otorgar los tres puntos al Deportivo. Por primera vez en dos años, Competición no tomó la decisión por unaminidad. A favor de la disputa del partido se pronunciaron los vocales Pablo Mayor y Lucas Osorio, mientras que la presidenta Carmen Pérez optó por la abstención, dejándola clara en el comunicado emitido por la Federación Española.