Paco Alcácer celebra uno de sus goles al Sivasspor.

Paco Alcácer sacó al Villarreal de un buen lío en su regreso a Europa. Se le había complicado el partido al equipo de Unai Emery ante un Sivasspor que afrontó sin complejos su debut en la competición y salió respondón. Los turcos fueron capaces de igualar por dos veces las ventajas de los amarillos, que tuvieron un comienzo arrollador, pero no encontraron ya la forma de desactivar esa bomba de relojería que es Alcácer. Al delantero valenciano le bastaron ocho minutos sobre el campo para resolver con un doblete el problema que se le había planteado a su equipo (5-3).

Mucho antes que el foco se centrara en el delantero fue Take Kubo quien reclamó el protagonismo en su primer partido como titular. El japonés, que acumulaba hasta ahora un puñado de minutos cuando los partidos ya estaban casi siempre decididos, aprovechó para reivindicarse desde el principio y aún no se había cumplido el cuarto de hora cuando firmó su primer gol con el Villarreal tras recoger el despeje de Samassa a tiro de Chukwueze. Parecía encontrarse cómodo Kubo en esa posición en que lo ubicó Emery, como mediapunta por detrás de Bacca, con quien se asoció a la perfección en la acción que permitía a los castellonenses poner tierra de por medio. El japonés filtró un buen pase al área para que el colombiano rematara de primeras a la red.

Daba la sensación de tener el partido totalmente bajo control el Villarreal, que jugaba casi siempre en terreno contrario con un Sivasspor encerrado en su área y agobiado por las acometidas desde los costados de Chukwueze Álex Baena, muy incisivo por la izquierda. Pero el equipo turco supo darle la vuelta a la situación cuando peor lo tenía. Fue tal vez demérito del equipo de Emery, que se vio tan superior y con el partido controlado, pero de repente fueron los hombres de Riza Çalimbay los que empezaron a dominar y a acercarse por fin al área rival.