Hay que ver al completo las ruedas de prensa de Zinedine Zidane para entender todos sus mensajes. Un día después de las palabras de Sergio Ramos sobre su futuro durante la presentación de su nuevo documental y a escasas horas de la vuelta de Eden Hazard a los terrenos de juego, el técnico del Real Madrid tuvo discursos de calado para la situación de ambos. Dos mensajes para cada uno, de hecho. Por la renovación de su capitán y por el nivel de juego de su máxima estrella. «Sergio es un jugador especial, puede estar hasta los 40», respondió a la primera. «No sé lo que va a pasar pero yo, como entrenador, lo que quiero es que Sergio siga», contestó a la segunda. Directo, conciso y al grano.

Cuestionado por el belga, en el intento inicial el galo fue cauto, como de costumbre: «Física y psicológicamente está bien. Espero que pueda jugar con continuidad». Pero unos minutos después, en el segundo intento de los periodistas, fue más allá: «Hasta llegar al Madrid no tuvo una lesión larga, pero cuando se ponga de puta madre lo hará impresionante, estoy convencido y soy positivo. Y ahora hablo a los aficionados. Es verdad que pueden tener dudas, pero un jugador cuando tiene lesiones y no está al 100% es complicado, seguro que lo hace muy bien aquí».

Los regresos del central español, lesionado desde el mes de enero, y del atacante belga, en la enfermería durante el último mes, alivian bastante el problema de Zidane con las rotaciones. El francés ha exprimido a Casemiro, Modric y Kroos, por la lesión de Valverde, y a Asensio, Vinicius y Benzema, mientras Rodrygo y Hazard han estado fuera. Ha consumido sin opción a sus estrellas, tirando de juveniles para completar las convocatorias, y ahora en el momento clave de la temporada el técnico recupera piezas para poder competir con todos los recursos en Liga y Champions.